La Casa Consistorial de Galapagar ha tenido varios usos a lo largo de su historia, como escuela primaria, cárcel o incluso a mediados del siglo XIX y a causa del incendio provocado en la iglesia parroquial se habilitó como tal su salón de plenos, que fue ampliado durante un década, hasta que concluyeron las obras de reconstrucción. En la reforma del siglo XX se tuvo en cuenta el carácter histórico de Galapagar, localidad vinculada a Felipe II y la construcción del monasterio de San Lorenzo de El Escorial. El calabozo, de gran interés histórico y artístico, alberga desde 2010 la sala arqueológica.