La ermita del Ecce Homo, anteriormente tenía la advocación de San Judas Tadeo, por albergar en su interior una reliquia del santo. A finales del siglo XVIII desapareció. Esta ermita, que data del siglo XV, fue restaurada en las últimas décadas del siglo XX.
Nos hallamos ante un cubículo de grandes dimensiones con aperturas en los laterales. Los vanos, que proporcionan una gran entrada de luz, están dispuestos con dos arcos apuntados cuya columna central es octogonal. En cambio, la puerta de acceso es un gran arco apuntado sin apenas decoración sólo vemos los mechinales o los huecos donde se introducían las vigas para la construcción. En la parte superior, una cornisa decorada con bolas de piedra circunda la totalidad del edificio, rematado con un tejado a cuatro aguas.
En su interior, una imagen del Cristo Ecce Homo se sitúa ante un altar de granito. Se encuentra protegida por unos paneles de cristal que permiten observar la imagen.
Actualmente, se abre cada Domingo de Ramos para bendecir las palmas y los ramos de olivo y romero.