Concebida de manera similar a la del Barranco, para usos simultáneos, la fuente consta de larga galería de cantería por la que corre el agua para verter por dos caños abundantísimos (uno destinado al consumo del público y otro a abrevadero del ganado de labor que acudía) en una caja descubierta y rodeada de pared, al fondo, y de arquerías al frente y los dos laterales, desde la que pasa a un largo abrevadero y de este, sucesivamente, a dos grandes lavaderos y después a una balsa, llamada Pozo Arancón, a la que también vierte, cuando tiene agua, un pequeño manantial. Era de gran utilidad por el gran consumo que efectuaba el vecindario. Aguas muy cargadas de sales. El conjunto fue restaurado en 1992.