Ubicada en un lateral de la Plaza Real, la iglesia de San Martín debe su origen a una curiosa anécdota, ya que fue construida a raíz de una denuncia presentada ante el Consejo de Castilla por los sanmartineños allá por el siglo XVII./n
Está dedicada a San Martín de Tours -inmortalizado por El Greco en 1597- y patrón de soldados, tejedores, comercios en general y fabricantes textiles. Su festividad se celebra el 11 de noviembre./n
Las obras de la actual edificación comenzaron en 1634, después de que los sanmartineños entablaran un largo proceso judicial (1622-1628) ante el Consejo de Castilla contra los perceptores de diezmos. Les acusaban de no cumplir con su obligación de mantener el templo. Por problemas financieros, no llegaría a terminarse más que una tercera parte del proyecto./n
El edificio, de estilo herreriano, tiene planta muy sobria y monumental, de tres naves, y cubierta con bóveda de cañón. Sobre el crucero se eleva una cúpula central de siete metros de altura. En su interior, destacan el retablo barroco del altar mayor, con un cuadro atribuido a Lucas Jordán, discípulo de Rivera, que representa a San Martín compartiendo su capa con un pobre. En una de las capillas se encuentra el retablo de la Virgen de la Nueva, del siglo XV, patrona de la localidad. También podemos ver la pila bautismal, de estilo románico, y la talla de marfil de Nuestra Señora de la Estrella, de estilo gótico. Esta talla -de tan sólo 4 centímetros, según se refleja en “Las Cantigas”- estuvo en posesión de Alfonso X hasta que éste la perdió durante una cacería por la comarca. El órgano con que cuenta el templo fue construido en 1894 por José Marlasca.
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