Construida con sillarejo y mampostería, presenta una sola nave rematada con una cabecera poligonal con la sacristía en el costado de epístola y una torre adosada a la izquierda de la fachada frontal en el lado del evangelio. Su interior es amplio y el retablo es de gran valor. En la Guerra Civil, el templo fue incendiado y posteriormente restaurado.
Otras construcciones religiosas de la localidad son las ermitas de San Miguel, de San José y del Santísimo Cristo de la Sangre.