Dominado por el castillo de los Mendoza, el casco viejo de Manzanares el Real recibe al visitante con la fuente de Las Ermitas, que data del primer Renacimiento. Construida en granito gris, en ella destaca un frontón donde reposa el escudo compuesto para la boda del segundo duque del Infantado en 1460.
Nuestra segunda parada es la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves. en pleno corazón de la villa; una de las mejores muestras del gótico tardío que se conservan en Madrid. Dado que su construcción se alargó en el tiempo, son visibles tres estilos arquitectónicos de la época: románico, gótico y renacentista. La nave central, románica, flanquea la sacristía y una capilla lateral con influencias góticas. Una torre renacentista de tres cuerpos corona el edificio. El pórtico de la fachada sur, sujeto por sobrias columnas toscanas, es también renacentista. En su interior lo más destacable es una pila bautismal del siglo y la escultura de la Virgen de la Correa, ambas del siglo XVI.
Si nos desviamos hacia la Plaza del Pueblo, encontraremos el Museo Etnológico o Casa de la Cultura que, entre sus muchos tesoros, expone hallazgos de los yacimientos de la zona como hachas de piedra, sílex, cuencos de barro, un calco de pinturas rupestres, molinos de piedra, restos de tumbas visigodas, cerámica medieval y manuscritos.
No podemos finalizar nuestra visita sin acercarnos a la ermita de la Peña Sacra, del siglo XV, construida sobre un montículo granítico al que ya los druidas atribuían poderes sobrenaturales. Junto a ésta, un monolito nos recuerda el paso del Camino de Santiago de Madrid por la localidad.
Nos despedimos de Manzanares el Real cruzando el Puente Viejo, construido en granito en 1576, paso obligado de la Cañada Real Segoviana.
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