Se trata de una edificación barroca en la que se combinan elementos arquitectónicos de diferentes estilos fruto de reformas y trabajos de rehabilitación posteriores.
Consta de una nave central cubierta con bóveda de cañón y seis capillas laterales, tres a cada lado, abiertas a aquélla mediante arcos de medio punto que en su día albergaron pequeños retablos barrocos y neoclásicos, hoy perdidos. Solo ha llegado hasta nuestros días el del altar mayor, de estilo barroco, decorado con hojas y racimos de parra y columnas salomónicas, que custodia la imagen del Cristo de la Salud, patrón de Valdemoro, reconstruida en 1939 tras su desaparición en la Guerra Civil.