Iglesia de la Asunción de Daganzo

Orientada hacia el oeste, como la mayoría de los templos cristianos, comenzó a construirse a finales del siglo XII o principios del XIII, aunque ha tenido sucesivas reconstrucciones a lo largo del tiempo. El tesoro más valioso de la iglesia es una gran custodia realizada íntegramente en plata de estilo barroco, que sólo se saca para los ritos litúrgicos del Corpus Christi. En el interior se pueden ver tres naves de cuatro tramos separadas por dos hileras de pilastras con arcos de medio punto. En la nave central se conserva un enorme retablo con la imagen de la Virgen que da nombre al templo. En la nave derecha se encuentra la de Nuestra Señora del Espino y en la nave lateral izquierda se oculta una pequeña capilla de forma cuadrangular dedicada al Cristo de la Luz.